Nike Waffle

Waffle

Hoy en día, Nike es famosa por su innovador diseño de calzado, pero hubo un tiempo en que la marca era prácticamente desconocida. Sin embargo, incluso durante sus primeros años, la empresa estaba impregnada de un espíritu creativo. Gran parte de ello se debió a la audaz visión de Bill Bowerman, cuya intrépida búsqueda de soluciones novedosas dio lugar a la primera zapatilla de correr de la marca, la Nike Waffle Trainer. Este diseño vanguardista, que no era una zapatilla corriente, fue el epítome del genio creativo de Bowerman, anunció Nike al mundo y precipitó la increíble prosperidad que vendría después.

La historia de la Waffle comenzó en 1971. Bowerman había estado intentando construir una zapatilla de correr que mantuviera su agarre en diversas superficies sin utilizar clavos. La idea surgió a raíz de la modernización de la pista de atletismo de Hayward Field, sede del equipo de atletismo de la Universidad de Oregón, donde había forjado una exitosa carrera como entrenador. A finales de 1969, la pista de cemento se cambió por una sintética para todo tipo de clima. Compuesta de uretano y arena, era dura y estaba hecha para la velocidad, pero los clavos de los corredores contemporáneos la destrozaban con facilidad, por lo que se necesitaría un nuevo diseño. El visionario diseñador no se contentó con hacer una zapatilla apta para esta nueva pista, sino que se propuso crear algo que pudiera usarse en toda una gama de superficies, desde hierba hasta materiales sintéticos y todo lo demás.

1971 fue también el primer año de Nike, por lo que Bowerman y su socio y antiguo alumno de atletismo Phil Knight estaban ansiosos por causar impacto. Con el anterior nombre de la empresa, Blue Ribbon Sports, su trabajo había consistido principalmente en distribuir productos de la marca japonesa Onitsuka Tiger. Sin embargo, Bowerman llevaba años jugando con el diseño de zapatillas y estaba ansioso por experimentar con nuevas ideas. Fue este entusiasmo, unido a un gran avance en el desayuno, lo que dio lugar a su suela Nike Waffle, que cambió el juego.

Para ayudar a conceptualizar la suela, Bowerman había empezado a discutir ideas con su mujer, Barbara. Quería un patrón de agarre poco convencional que pudiera adaptarse a diferentes superficies y le pidió que buscara objetos que pudieran proporcionar una forma adecuada para la suela. Entonces, un domingo por la mañana, Bowerman tuvo su momento eureka. Barbara estaba preparando el desayuno con una vieja gofrera de los años 30 cuando a su marido se le ocurrió de repente una idea: ¿y si la suela tuviera la misma estructura cuadriculada de la gofrera?

Entusiasmado, Bowerman corrió a su garaje en busca de uretano líquido, que vertió en la plancha. En su prisa, olvidó añadir un revestimiento antiadherente a la superficie metálica, destruyéndola. Este feliz accidente creó sin querer un pedazo de la historia de Nike. Aunque más tarde se deshicieron del aparato de cocina, la remota ubicación de su propiedad hizo que simplemente lo tiraran a un pozo de basura en el suelo. Allí se conservó y finalmente fue desenterrado por Tom, el hijo de Bowerman, en 2010, junto con otros recuerdos, como los primeros prototipos de Gofres. La cuñada de Tom, Melissa, se dio cuenta del valor de los objetos y envió un correo electrónico a Scott Reames, historiador de Nike. Sorprendido -como todo el mundo, creía que la gofrera se había perdido para siempre-, Reames no dejó pasar la oportunidad de hacerse con la reliquia y acabó cambiándola por una donación al equipo de atletismo y campo de entrenamiento Condon-Wheeler, que sirve a la comunidad en la que creció Bowerman.

Aunque este artefacto se exhibe ahora en la sede central de Nike en Oregón, en aquel entonces inspiró la primera suela Waffle, que cambió tanto el panorama del running como el curso de la historia de la marca. La elegante estructura de goma de la suela, con tacos cuadrados dispuestos en forma de rejilla por toda su superficie, proporcionaba la tracción justa para adaptarse a una serie de pistas y condiciones de carrera. Más adaptable que el tradicional clavo de correr, también era ligero y proporcionaba una mejor amortiguación para apoyar a los corredores tanto en superficies lisas como irregulares. Además, estaba pegado a una parte superior de nailon; el material ligero y la construcción minimalista mantenían bajo el peso de toda la pieza, lo que permitía a los corredores alcanzar mayores velocidades con facilidad. También tenía una estética sencilla, con una primera combinación de colores en un llamativo rojo y blanco, y modelos posteriores en el amarillo y verde de la Universidad de Oregón y el azul y dorado de la UCLA. También lucía un nuevo logotipo, el icónico swoosh, que le daba un aspecto distintivo que se convertiría en el sello inconfundible de la marca Nike.

La primera versión de las Nike Waffle se distribuyó a los corredores en las pruebas olímpicas de atletismo de 1972 en Eugene, Oregón. Llamadas Nike Waffle Racer, pero conocidas como las "Moonshoe" debido a que el dibujo que dejaban en el polvo era similar al que dejaban los astronautas en la luna, sólo se fabricaron a mano 12 pares para el evento. Uno de ellos apareció varias décadas después en una subasta de Sotheby's de las zapatillas más raras del mundo, donde alcanzó más de 400.000 dólares, demostrando así su increíble legado. La versión de 1972 demostró la viabilidad de la suela Waffle de Bowerman, y éste se puso manos a la obra para conseguir su patente. Cuando finalmente se la concedieron en 1974, Nike lanzó oficialmente su primera zapatilla para correr, la Waffle Trainer.

La suela Waffle supuso un gran paso adelante en la tecnología de las zapatillas de correr. El caucho ya se utilizaba para fabricar suelas de alto rendimiento, pero la nueva composición significaba que era adherente, flexible y ligera al mismo tiempo. Nike también quiso destacar su durabilidad, junto con la alta calidad de su construcción. Al fabricar la suela Waffle, la intención de Bowerman había sido lanzar la marca Nike con una innovación audaz y emblemática que ayudara a los corredores, pero que también tuviera éxito como lanzamiento general. La Nike Waffle Trainer logró ambos objetivos, haciéndose popular entre la comunidad de corredores por su excelente tracción y su diseño centrado en el rendimiento.

La novedosa construcción de la suela Waffle de Nike llamó la atención de la gente al instante, sobre todo cuando los atletas vieron a sus compañeros correr con ellas. Los primeros artículos de las revistas se centraban en la excepcional tracción y amortiguación de la suela, junto con la ligereza y comodidad de la parte superior. Junto a esto, la marca lanzó el eslogan: "Hechas famosas por la publicidad de boca en boca". Antes de los tiempos de la publicidad online, nada avalaba mejor una zapatilla que ver a otra persona corriendo con ella, y Nike aprovechó esta circunstancia para ayudar a la Waffle a prosperar.

En sus primeros años, la Waffle Trainer sufrió muchos pequeños ajustes a medida que Nike introducía mejoras graduales en el diseño, empezando por el nombre. Originalmente llamado Waffle Training, Knight y Bowerman se dieron cuenta rápidamente de que Waffle Trainer era más pegadizo. Aunque se cambió pronto, más tarde se introdujeron otras modificaciones, como la adición de una puntera de ante, el ensanchamiento de la suela en 1975 para añadir más estabilidad y la reducción del tamaño de los tacos cuadrados, antes de que se lanzara una versión femenina en 1977. La marca también se actualizó: en los primeros diseños, el nombre de la marca aparecía en la lengüeta en minúsculas y en cursiva, mientras que en las versiones posteriores aparecía en mayúsculas. Por último, el número de patente de la suela Waffle -3793750- se imprimió en las zapatillas de los años 74 y 75, mostrando con orgullo su carácter único.

Aunque Nike ha crecido y evolucionado hasta convertirse en una multinacional, la suela Waffle ha seguido siendo una parte importante de la estética de muchas de sus zapatillas. Apareció en la siguiente evolución de la Waffle Trainer -la Waffle Racer de 1977-, que también tenía una entresuela ligera de EVA, en la primera zapatilla Air, la Nike Tailwind, y en la Challenger de 1979. Se sigue utilizando en lanzamientos más recientes que recuerdan al original, como la Waffle Trainer 2 y la Nike Waffle One, así como en colaboraciones como la sacai x Nike LDWaffle.

Más de 50 años después de su creación, los entusiastas de las zapatillas siguen recordando las Nike Waffle Trainer como un diseño innovador. La suela Waffle proporcionó la base ideal tanto para la zapatilla como para la incipiente empresa, dando lugar a décadas de innovadores diseños de zapatillas y a un éxito casi sin parangón, que quizá nunca se hubiera producido sin el ingenio de Bowerman o ese sencillo desayuno. Pasó de los humildes comienzos en una cocina a estar expuesto en la base de Nike en Beaverton, y finalmente llegó al Museo Nacional de Historia Americana, demostrando lo importante que es para la historia de la marca y la del país. El notable ascenso de la Waffle Trainer demuestra que con un poco de imaginación, una buena dosis de empuje y una pizca de suerte, es posible forjar la grandeza incluso en los lugares más insospechados.