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El comienzo de una carrera extraordinaria

En 1984, Michael Jordan se presentó al draft de la NBA como un joven de 21 años. Tras una exitosa carrera universitaria en la que había recibido numerosos galardones y premios, las expectativas eran altas, y Jordan fue fichado por los Chicago Bulls como tercera opción del draft. Sin embargo, nadie sabía hasta qué punto su carrera iba a ser un éxito astronómico. Nadie, salvo algunos empleados clarividentes de Nike. El más notable de ellos fue el ejecutivo de marketing deportivo Sonny Vaccaro. Su firme creencia en las habilidades de Jordan llevó a la marca a poner todo su empeño en conseguir un acuerdo de patrocinio con el joven talento. Esta determinación dio lugar a una increíble colaboración que se convirtió en su propia marca, una marca que sigue atrayendo a masas de aficionados a día de hoy. La histórica colaboración comenzó con una zapatilla muy especial: las Air Jordan 1.

Un plan audaz

El camino hacia la creación de las primeras Air Jordan no fue sencillo. Mientras se preparaba la temporada 1984-85 de la NBA, las principales marcas de zapatillas de baloncesto del país querían fichar a Jordan. Estaba claro que iba a ser un jugador excepcional, y Nike tuvo que hacer frente a la dura competencia de las empresas rivales Converse, cuyas zapatillas Jordan había llevado durante toda su carrera universitaria, y adidas, que era una marca de moda en el mundo del baloncesto en aquella época. Sin embargo, el personal de la alicaída división de baloncesto de Nike trabajó sin descanso para convencer a Jordan de que se fuera con ellos, llegando incluso a ponerse en contacto con los padres del jugador para conseguir una reunión con él en las oficinas de la marca en Oregón. Al final, tras escuchar el audaz plan de Nike de construir toda una marca en torno a la futura estrella, y con la promesa de regalías por cada venta además de los 500.000 dólares anuales que iba a recibir por la asociación -dos cosas que ninguna otra empresa le había ofrecido-, Jordan firmó sobre la línea de puntos.

Un logotipo llamativo y un diseño rebelde

Con el acuerdo cerrado, Nike se puso manos a la obra para perfeccionar el prototipo que le habían mostrado a Jordan durante su reunión. Quería algo diferente y emocionante con un ajuste importante: una suela más fina. Peter C. Moore, Director Creativo al timón del proyecto Jordan, estuvo encantado de complacerle. Inspirándose en diseños anteriores de Nike, como las Dunk, las Air Force 1, las Vandal y las Air Ship, creó una zapatilla atemporal. Tenía una suela de goma resistente pero fina, una puntera fina y perforada y un tobillo fluido, lo que la hacía a la vez estable, protectora y cómoda. Además, tenía una estética cautivadora y su propio logotipo único, también diseñado por Moore. Según cuenta la historia, el excéntrico diseñador se encontraba en un vuelo de regreso tras una reunión con el agente de Jordan, David Falk, cuando vio a una azafata entregar un alfiler a un niño. Tenía unas alas que le llamaron la atención. Durante el vuelo, esbozó un emblema en una servilleta que representaba un par de alas similares saliendo de cada lado de una pelota de baloncesto. Era el logotipo perfecto, que actuaba como metáfora del deporte de Jordan, así como de su extraña habilidad para suspenderse en el aire, al tiempo que representaba la tecnología de amortiguación Air de Nike. Junto a este logotipo distintivo, Moore dotó a la zapatilla de un colorido atrevido que la hacía destacar. La combinación de rojo y negro quedaba muy bien, pero también era completamente diferente a todas las demás zapatillas de baloncesto que se veían en las canchas de la NBA de la época. Había una buena razón para ello: rompía la regla del 51% de la liga. Ésta estipulaba que los jugadores sólo podían llevar zapatillas que fueran al menos un 51% blancas y significaba que la mayoría de las que se llevaban en la NBA venían en este sencillo tono y en otro color.

Romper las reglas

Aunque al parecer a Jordan no le convenció el diseño cuando lo vio por primera vez, la zapatilla le fue gustando y acabó acostumbrándose a ella. Sin embargo, cuando empezó a jugar con los Chicago Bulls, le dieron un par diferente porque sus nuevas Air Jordan aún no estaban listas. La otra zapatilla era una Nike Air Ship similar que, sobre todo, tenía los mismos colores que las Jordan 1. Durante un partido de pretemporada contra los Knicks el 18 de octubre de 1984, Jordan causó un gran revuelo cuando salió a la pista con unas Air Ship que rompían las reglas. A los ejecutivos de la NBA no les hizo ninguna gracia que se contravinieran sus normas, así que enviaron una carta al entonces vicepresidente de Nike, Rob Strasser, prohibiendo específicamente el uso de las zapatillas negras y rojas que llevaba ese día. Se rumorea que la liga le amenazó con una multa de 5.000 dólares por partido mientras siguiera llevándolas, pero no está claro cuánto tuvo que pagar.

Los colores prohibidos

Aunque Jordan volvió a llevarlas durante el concurso Dunk de 1985, Nike acabó incorporando más blanco al diseño para que pudiera seguir usando la zapatilla sin molestias. Sin embargo, el inteligente equipo de marketing de la marca vio una gran oportunidad en la prohibición y se puso manos a la obra para crear un anuncio de televisión ya legendario. En él, Michael Jordan se limitaba a botar una pelota de baloncesto mientras la cámara se desplazaba hacia sus pies. Una voz en off explicaba que la nueva y revolucionaria zapatilla de baloncesto de Nike había sido rechazada por la NBA. A continuación, se destacaba el hecho de que no podían impedir que la gente comprara la zapatilla, apelando así a la actitud rebelde de los aficionados al baloncesto de todo el país, muchos de los cuales empezaron a llamarla la gama de colores Banned. A pesar de que la zapatilla que llevaba Jordan ni siquiera era la Air Jordan 1, nadie podía notar la diferencia en las granuladas pantallas de televisión de los años ochenta. Cuando finalmente salió a la venta en 1985, la expectación que suscitó el anuncio, combinada con la impresionante primera temporada de Jordan en la NBA, en la que se hizo con un gran número de seguidores y fue elegido Novato del Año de la NBA, hizo que la zapatilla se agotara casi de inmediato.

Superar las expectativas

Las Jordan 1 fueron tan populares cuando salieron al mercado que los poseedores de un par de ellas pudieron venderlas con beneficios. En su momento, este tipo de reventa fue una primicia en la cultura de las zapatillas, pero hoy en día es una práctica omnipresente. Esto demuestra el increíble éxito de la primera zapatilla Jordan, al igual que la enorme cifra asociada a su primer año de ventas. Aunque Nike se fijó un objetivo de entre 3 y 4 millones de dólares en los tres primeros años para que la colaboración continuara, no tenía por qué preocuparse, ya que la zapatilla superó con creces esa cantidad en su año de debut, consiguiendo la friolera de 163 millones de dólares. El monumental éxito de Jordan y su singular acuerdo iniciaron una tendencia en el mundo del baloncesto. A partir de entonces, los jugadores más emblemáticos del deporte conseguirían acuerdos más lucrativos con las marcas que los patrocinaban, y los jugadores modernos ganaban decenas de millones.

Proliferación de colores

Tras este gran comienzo, Nike produjo una serie de combinaciones de colores para las AJ1. Se lanzaron más de una docena en el primer año, con las Chicago, Shadow, Royal y Carolina Blue (ahora conocidas como UNC) que se añadieron junto al rebelde diseño Bred (negro y rojo). A pesar del lanzamiento de cientos de colores más en los años posteriores, muchas de estas originales siguen siendo muy codiciadas hoy en día. En aquella época, sin embargo, las AJ1 pasaron a un segundo plano durante un tiempo, ya que Nike sacaba modelos actualizados cada año. En aquella época, no estaban numeradas y cada nueva versión se llamaba simplemente Air Jordan. Sin embargo, cuando Nike decidió volver a sacar modelos retro, se añadieron números para distinguir cada silueta específica.

Los regresos de Jordan

Las AJ1 se reeditaron por primera vez en 1994, un momento inoportuno para hacerlo, ya que su homónima acababa de cambiar la cancha de baloncesto por el campo de béisbol. Los colores clásicos tuvieron un éxito limitado, pero su lanzamiento sentó un precedente para las futuras versiones retro, que salieron una y otra vez a lo largo de los años. Jordan volvió al baloncesto en 1995, se retiró de nuevo en 1999 y reapareció por última vez en 2001. Coincidiendo con esto, las Jordan 1 tuvieron su propio revival. En los años siguientes, Nike lanzó colores nuevos y antiguos para celebrar que el jugador volvía a salir de su retiro. Además del modelo High original, se lanzaron versiones Low y Mid, así como una edición White Chrome, que fue la primera en incorporar el logotipo Jumpman, reconocible al instante, en lugar del swoosh de Nike.

Un resurgimiento gradual

Más tarde, en abril de 2007, Nike lanzó el pack Old Love, New Love. Incluía una versión retro del color original Black Toe junto con un nuevo modelo en negro y amarillo que inició un resurgimiento gradual de las Air Jordan 1. Comenzó lentamente, con una serie de colores originales, algunos de los cuales fueron bien recibidos, otros no, antes de que las cosas realmente comenzaran a florecer a mediados de la década de 2010 con algunas colaboraciones notables. Una de ellas fue con el patinador Lance Mountain, un popular miembro de la división de skateboarding de Nike que, como muchos patinadores que surgieron a finales de los 80, había adoptado las Jordan 1. Su duradera parte superior de cuero, tobillo alto y amortiguación Air las convirtieron en una gran opción para los defensores de este deporte, y Mountain fue famoso por llevar un par desparejado en la película de skate de 1987 'The Search for Animal Chin'.

De las colaboraciones icónicas a la gran pantalla

Aunque las aportaciones de Nike SB gustaron a muchos, fue la colaboración con Fragment Design de Hiroshi Fujiwara la que realmente llevó las Air Jordan 1 a nuevas cotas. Lanzado a finales de 2014, el modelo en negro, blanco y azul real fue una especie de retroceso al apogeo de las combinaciones de colores originales. Salió a la venta en cantidades limitadas y se agotó rápidamente, al igual que las primeras AJ1. Siguieron más y más combinaciones de colores y colaboraciones impresionantes, incluyendo diseños conmemorativos como el Shattered Backboard y colaboraciones con el director de cine Spike Lee, el visionario diseñador Virgil Abloh y su marca de moda Off-White™, el popular artista musical y colaborador habitual de Nike Travis Scott, e incluso la casa de moda de lujo Dior. Con este dinámico ascenso, las Air Jordan 1 se volvieron tan icónicas que se incorporaron a la película de Spider-Man de 2018, en la que su protagonista llevaba un par de AJ1 de Chicago, antes de que la notable historia de la zapatilla se llevara a la gran pantalla en 2023 en una película titulada simplemente 'Air'. La película fue protagonizada por Matt Damon y Ben Affleck y reveló la historia detrás de este fenomenal zapato más de 35 años después de su lanzamiento original, dándole otro impulso a su popularidad en el proceso.

Una zapatilla que cambió la cultura de las zapatillas

Al fichar a Michael Jordan cuando su carrera aún estaba en pañales, Nike demostró una visión extraordinaria. Este audaz acto estableció una colaboración que desde entonces ha pasado a la historia del deporte. A medida que el jugador ampliaba y mejoraba el baloncesto con su legendaria dedicación, su talento sin precedentes y sus tiempos de suspensión que desafiaban la gravedad, las Jordan 1 cambiaron la forma en que el deporte interactuaba con la cultura y la moda. También provocó algunos cambios importantes en la cultura de las zapatillas, ya que su diseño fue celebrado no sólo por la admiración de los aficionados hacia el jugador, sino también porque era una gran zapatilla. Así fue como pasó de ser una humilde zapatilla de baloncesto a un icono de la cultura popular y a un codiciado artículo de moda. También es lo que hace que la zapatilla siga siendo tan culturalmente relevante y querida como siempre. Al igual que Jordan, el hombre, la Air Jordan 1 será para siempre una de las más grandes e influyentes de todos los tiempos.